Tarta 3 chocolates.

Encantada de teneros de nuevo!
(¡AVISO! Os voy a soltar un rollo)
Llevaba tiempo sin actualizar el blog, no tanto por falta de recetas porque aunque no he estado cocinando mucho algo si he hecho, sino por una falta de administración de tiempo y ganas.
Hay veces en las me siento y escribo sin problemas dejando que las palabras fluyan, y otras en las que no soy capaz ni de escribir la lista de la compra con coherencia. En mis ratos libres (tampoco muy muy abundantes) no me sentía capaz de ponerme y escribir. Tengo varios proyectos en mente y espero que ahora que ha llegado el comienzo del curso me centre un poco más para poder abarcarlos y dejar de perder tanto el tiempo.

Ahora vamos a la receta en cuestión.
Hay otra receta con cuajada para preparar la tarta 3 chocolates, pero a mi personalmente me gusta mil veces más esta con gelatina ya que el chocolate sabe más a chocolate y no es rebajado. La he hecho tantas veces que me la sé totalmente de memoria y he ido descubriéndola, variando y transformándola. Utilizaremos un molde desmoldable si lo queremos hacer tipo tarta, pero también sed pueden hacer en copas o en vasitos e incluso sin la base de galleta.

Ingredientes:
200gr chocolate negro
200gr chocolate con leche
200gr chocolate blanco
450gr nata
6 hojas de gelatina neutra
150gr azúcar
6 claras de huevo
opcional: esencia de vainilla


Para la base de galleta:
1 paquete galletas María
Mantequilla

Preparación:

Empezamos con al base de galleta, yo utilizo un paquete entero de galletas María trituradas y mantequilla derretida que voy echando a ojo. El truco esta en dejar todas las migas de galletas húmedas, se tiene que quedar como una masita con la que trabajar en vez de el polvo como esta antes. Lo extendemos en el molde desmoldable y vamos presionando trabajándola bien  hasta tener una base firme e igualada. Podemos reservarla un poco en el congelador para que coja un poco de consistencia, pero esto no es 100% necesario.

Ponemos 2 láminas gelatina en un plato hondo a hidratar con agua fría y mientras vamos fundiendo en un cazo el chocolate negro y 50gr de azúcar en la nata a fuego lento y sin que llegue a hervir. Cuando este derretido añadimos las hojas de gelatina ya hidratadas, apagamos el fuego y removemos bien hasta que se funda por el propio calor de la mezcla. Dejamos templar y vamos preparando las claras. Con varillas o de forma manual montamos 2 claras a punto de nieve. Cuando la mezcla anterior este templada le añadimos las claras y removemos con cuidado, de forma envolvente para que estas no se bajen. Cuando ya este bien mezclado lo vertemos al molde y lo dejamos enfriar en la nevera durante mínimo dos horas largas.
Tras esto repetimos el proceso con el chocolate con leche y más tarde con el chocolate blanco. A este último me gusta añadirle junto con el azúcar unas gotitas de esencial de vainilla para que le de cierto toque. Normalmente a estas dos partes suelo añadirle algo menos de azúcar ya que son más dulces que el chocolate negro.

NOTAS:
Es muy importante respetar los tiempo de enfriamiento como también tener cuidado con la gelatina y que no se nos pase demasiado en la hidratación con el agua fría.
Juntando chocolates podéis hacer más capas, por ejemplo entre chocolate negro y chocolate con leche podéis hacer una poniendo mitad y mitad de ambos, o entre chocolate con leche y chocolate blanco.

Para que se quede más durito podéis añadir media hoja de gelatina de más a cada mezcla y hacerlo de forma individual como si de chocolatitos de tratara.